Bajo a botar la basura. Michel me pregunta por Ayra, mi perra blanca, con quien jugaba a tirar y traer el palito. Le digo que estaba vieja, que se enfermó y murió. El niño abraza a su perro flaco. La vecina del segundo, la que cuida niños, no puede creerlo. Me dice que suba a tomar café acabadito de colar. Yo que no, que gracias, pero ella insiste. Así somos la gente del reparto.