Es hora de retirar a Cuba de la Lista del Terrorismo

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«Es una injusticia lo que ha pasado con Cuba», declaraba el recién electo presidente de Colombia, Gustavo Petro, cuando se le preguntó sobre la designación de Cuba como patrocinador del terrorismo internacional, durante una conferencia de prensa con el secretario de Estado, Antony Blinken, en octubre pasado. «Es necesario corregirlo», agregaba. En ese entonces, Blinken indicó que la designación sería revisada: «Tenemos leyes claras, criterios claros, requisitos claros, y continuaremos revisándolos según sea necesario para ver si Cuba continúa mereciendo esa designación».

La administración Biden ha prometido durante dos años reconsiderar la medida tomada por el presidente Trump solo unos días antes de dejar el cargo, un tiro de despedida diseñado para recompensar a sus partidarios cubanoamericanos y complicar las relaciones del presidente Biden con La Habana. Esa revisión aún no ha sucedido.

La razón principal que ofreció el secretario de Estado de Trump, Mike Pompeo, para volver a poner a la Isla en la lista, fue la negativa cubana a entregar al gobierno colombiano a los líderes guerrilleros del Ejército de Liberación Nacional (ELN). Los rebeldes estaban en La Habana para conversaciones de paz con el gobierno colombiano, copatrocinadas por Cuba y Noruega.

En 2020, el presidente conservador Iván Duque rompió las conversaciones y llamó a Trump para declarar a Cuba patrocinador del terrorismo por dar cobijo a los negociadores. Pero el presidente Petro ha reiniciado ahora las conversaciones, pidiendo a Cuba y Noruega que una vez más actúen como garantes, y negando así la lógica de Pompeo.

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Iván Duque, presidente de Colombia (Foto: EFE/EPA/Shawn Thew)

Cuba fue agregada por primera vez a la lista de Estados Patrocinadores del Terrorismo Internacional en 1982 por el presidente Ronald Reagan, para castigar a La Habana por armar a los movimientos revolucionarios en Centroamérica. Irónicamente, bajo la Doctrina Reagan, Washington estaba apoyando movimientos contrarrevolucionarios en Nicaragua, Angola y Afganistán; movimientos culpables de ataques terroristas contra civiles mucho peores que cualquier otro apoyado por Cuba. Pero así fue la hipocresía de la política exterior de la Guerra Fría.

Después del colapso de la Unión Soviética, Cuba dejó de brindar apoyo material a los revolucionarios de otros países. Los funcionarios de la administración Clinton reconocieron que ya no había ninguna razón para que Cuba permaneciera en la lista de terroristas, pero no estaban dispuestos a arriesgarse a una pelea política con los cubanoamericanos del sur de Florida al quitarla.

Cuando el presidente Obama finalmente ordenó una revisión de la designación de Cuba como parte de su política de normalización de relaciones, el Departamento de Estado y la comunidad de inteligencia concluyeron que Cuba debería ser eliminada. Como señaló el secretario de Estado John Kerry, las otras quejas de Washington contra Cuba —dar cobijo a fugitivos estadounidenses y apoyar al gobierno venezolano— «recaen fuera de los criterios para la designación como Estado Patrocinador del Terrorismo».

Obama sacó a Cuba de la lista en mayo de 2015. Luego, amobos países firmaron un Memorando de Entendimiento sobre cooperación policial, incluida la cooperación antiterrorista. La administración Trump ignoró ese acuerdo y volvió a poner a Cuba en la lista de terrorismo.

A primera vista, el daño a Cuba por estar en la lista parece limitado. Casi todas las sanciones económicas contra los países incluidos en la lista están en vigor contra la nación caribeña desde 1962 bajo el embargo general impuesto por el presidente Kennedy. Pero el impacto sobre los administradores de riesgos en las instituciones financieras globales es devastador.

Al hacer negocios con clientes sospechosos de terrorismo, las instituciones financieras están obligadas por ley a emprender una «diligencia debida mejorada» para garantizar que no estén financiando actividades terroristas sin saberlo. Los mayores costos y riesgos de hacer negocios con un país que figura en la lista, como Cuba, superan el potencial de ganancias.

A las pocas semanas de volver a poner a Cuba en la lista, 45 bancos e instituciones financieras internacionales dejaron de hacer negocios con la Isla. «Es un impacto devastador», dijo el viceministro de Relaciones Exteriores, Carlos Fernández de Cossio. «Cuba todavía hoy, en virtud de su presencia en esa lista, se topa con organizaciones comerciales y financieras que se niegan a interactuar con nosotros por temor a represalias del Gobierno de los Estados Unidos».

Además del daño financiero, la designación como Estado Patrocinador del Terrorismo constituye un insulto a la historia. Desde 1959, Cuba ha sido víctima de cientos de ataques paramilitares por parte de exiliados, muchos entrenados y patrocinados por Estados Unidos durante la «Guerra Secreta» de la CIA en las décadas de 1960 y 1970. Incluso después de que Washington dejó de apoyar estos ataques, continuó albergando a los perpetradores, entre los más notorios, Luis Posada Carriles y Orlando Bosch, quienes organizaron el atentado con bomba en 1976 contra un avión civil de Cubana que mató a las 73 personas a bordo.

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Luis Posada Carriles (der.) con Orlando Bosch, en septiembre del 2009. (Foto: Tracey Eaton / Miami Herald)

Cuando Estados Unidos y Cuba estaban discutiendo el restablecimiento de relaciones diplomáticas en 2015, el tema de la lista de terrorismo fue un punto de fricción importante. «Sería difícil explicar que se hayan reanudado las relaciones diplomáticas mientras Cuba sigue figurando injustamente como un estado patrocinador del terrorismo internacional», dijo Josefina Vidal, la principal diplomática de Cuba en las conversaciones. La lista también es un gran obstáculo para mejorar las relaciones hoy.

Ahora que el presidente Biden aparentemente ha decidido mejorar las relaciones con La Habana, sacar a Cuba de la lista es el próximo paso lógico. Recientemente, una delegación de Estados Unidos fue a La Habana para hablar sobre la cooperación en materia de aplicación de la ley, incluso en materia de lucha contra el terrorismo, un claro ejemplo de cuán anacrónico es que Cuba siga en el listado.

El presidente Biden debería cumplir la promesa que el secretario Blinken le hizo al presidente Petro el año pasado: ordenar una revisión de la lista de Cuba como Estado Patrocinador del Terrorismo, aplicando honestamente los «criterios claros, requisitos claros» especificados en la ley. Una revisión justa concluirá, como lo hizo en 2015, que Cuba no está patrocinando el terrorismo, y sacarla de la lista abrirá oportunidades para mejores relaciones en una amplia gama de temas que benefician a ambos países.

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Publicado originalmente en Responsible Statecraft. Traducido al español, con autorización de su autor, para ser publicado en La Joven Cuba.

28 COMENTARIOS

  1. El gobierno cubano, léase dictadura, es muy merecedor de permanecer en esa lista. Es terrorista hasta con su propio pueblo. Aliado de cada dictadura y autocracia del mundo, le da lo mismo el Ayatollah de Iran, el loco de Norcorea, el Zar de Rusia o el genocida de Ortega. Y siguen apoyando a cualquier terrorismo que le dé algún rédito político.

  2. El presente artículo tal parece haber salido de algún funcionario del ministerio de relaciones exteriores cubano Yo exhorto al autor para que cambie su residencia y viva en CUBA para que confronte todos los problemas derivados de vivir en un estado policíaco y dictatorial.

    • estimado…si el autor tomara la desicion de ir a vivir a Cuba,seguro que no iba a ser victima de la represion politica ni pasaria los trabajos y miserias que pasa un cubano de a pie….estaria viviendo de forma «diferenciada» como viven los «pariotas,leales,izquierdosos» intelectuales al servicio de Regiemen totalitario….

  3. La foto que ilustra el artículo parece perfecta para comentarlo. Me hace recordar a Chaflán, un humorista cubano que en sus monólogos se ponía el sombrero para hablar en broma y sin sombrero decia las cosas en serio. El gobierno cubano en su raigal cinismo debe argumentar con un sombrero invisible para los ingenuos su condena al terrorismo mientras que sin sombrero y sin sonrojo se vincula a todo tipo de conductas donde el terror es protagonista, como cuando Diaz Canel apoya a Putin en sus tropelías en Ucrania, su PCC historicamente acoge y apoya a terroristas colombianos, protege a secuestradores, apoya a Irán en sus encarcelamientos, asesinatos y abusos a mujeres, etc. Nunca ha dado excusas por su intenso entrenamiento a guerrilleros para muchos paises incluso con los que mantenía relaciones diplomáticas, ha participado en operaciones de narcotraficos, defiende y apoya regimenes que persiguen, encarcelan y ajustician a opositores, en fin, un abultado curriculum del que lejos de arrepentirse, se sienten orgullosos. Allá quienes le crean ajenos a conductas terroristas. Ojalá que el autor haya escrito el artículo con el sombrero de Chaflán puesto.

  4. …..la ESTRATEGIA puntual del “abandono” del desgobierno cubano del terrorismo como política tanto interna como externa responde a presiones fuera de su control que le hace asumir el papel de CAMALEÓN según el
    palo a que se arrime. La designación de estado terrorista está más que juztificada y la invasion de refugiados cubanos actual es demostración de otra forma de terrorismo de estado que el desgobierno cubano “desempolva” cuando tiene la soga al cello…..la lloradera de LJC por que quiten a Cuba de esa lista es parte de la tragicomedia que es el desgobierno de Cuba hoy

  5. Bueno yo no esperaba que el autor del artículo tratara el tema de otra manera y con otros matices, afín de cuentas el es uno de los tantos voceros disfrazados de académicos que están dispersos por todo el mundo.

  6. Tal parece un artículo dictado desde El Granma. Después lees que quien escribió esto es un profesor que formó parte del Grupo de Trabajo del Caucus Democrático sobre América Central de la Cámara de Representantes de los Estados Unidos. Es aquí cuando pienso que por personas como estas es que hay que poner indicaciones en las botellas de agua. Y es que no se enteran, vienen y pitchean un curriculum lleno de «logros/hitos» que poco logra engañar a quien realmente conoce al pájaro por la c…, pero engañan muy bien a los que nunca en su vida han tenido en sus manos alguno de esos tantos medios en los que ha publicado.
    Cuba está muy bien incluída en la Lista de países que patrocinan el Terrorismo. Si se trata de antecedentes, hay que tener cara para hablar de terrorismo, mencionar a Posada Carriles y Compañia (que hace rato están bajo tierra) ignorando los actos Terroristas de la Dictadura contra el pueblo. Les recuerdo solo lo ocurrido con el Remolcador 13 de Marzo, y mucho mas fresco les recuerdo que hundieron un bote donde se iban civiles cubanos en Bahía Honda.
    ¿No es suficiente?…, Les recuerdo el apoyo incondicional de Canel a la Invasión de Rusia contra Ucrania. Todos esos son hechos demostrables. Hay otros menos evidentes como el posible apoyo y/o financiamiento a Partidos zurdos en TODA Latinoamérica. Pero los profesores de las Universidades de Washington «ignoran» esto y muy a conveniencia LJC lo reproduce. El hecho que marcó la re-incorporación de Cuba a la lista fue la Protección brindada a los Guerrilleros en La Habana, cuando el Gobierno Colombiano demandó su extradición porque en medio de las «Conversaciones de Paz» estaban haciendo atentados y matando infelices en el país. Incluso fueron advertidos de las consecuencias de estos hechos. El Gobierno de Colombia hasta dió un ultimatum para que entregaran a los Guerrilleros/Terroristas y en La Habana pasaron olímpicamente de ellos. Esas aguas trajeron estos lodos. Y no es que se apoye el Terrorismo. Lo que hicieron Posada y compañia estuvo tan mal como los muchos actos que ha hecho la Tiranía contra el pueblo, pero, ¿que tal si ponemos todo en una balanza de forma justa?
    La inclusión en la lista afecta a todos por igual de uno y otro lado. Cuando un «emigrado» va a hacer una cuenta bancaria en su país de acogida tiene que hacer piruetas para hacerla, porque uno de los documentos solicitados es el pasaporte. Si aún no tienes nacionalidad y pasaporte de ese país, tendrás que hacerlo con el cubano y hay bancos que apenas ven «Cuba» automáticamente te están denegando. Los colegas emigrados no me dejarán mentir. Pero si logras hacer la cuenta y después pretendes usar Wise o Paypal para enviar dinero a la familia tienes que andar con 20 ojos porque la primera aparición de las 4 letras te pueden congelar la cuenta con todo lo que tengas ahí. Las implicaciones para la dictadura serían mucho mayores y ellos lo saben bien, porque no es la primera vez que Cuba está en la lista, mas no lo pensaron un momento para estar apoyando a los terroristas de Colombia a quienes dieron protección. Y aquí se demuestra una vez mas que no les importa el pueblo.

  7. Washington castiga a La Habana por armar a los “movimientos REVOLUCIONARIOS en centroamerica, mientras estaba apoyando “movimientos CONTRAREVOLUIONARIOS” en Nicaragua, Angola y Afganistán.

    No obstante si la Unión Soviética no hubiera colapsado La Habana continuaría dando “apoyo material a los REVOLUCIONARIOS de otros países”.

    Resumen: La Habana buena, Washington malo.

    El autor entre tantos títulos y publicaciones se le olvidó decir a cual cdr pertenece.

  8. La dictadura cubana sigue apoyando cuanto movimiento terrorista hay en el mundo. Este artículo parece haber sido escrito por el departamento ideológico del PCC; para nada menciona que los terroristas colombianos pusieron una bomba en una academia de policía en Bogotá, razón por la cual se rompieron las negociaciones. Tampoco menciona los terroristas prófugos de la justicia norteamericana protegidos en Cuba por el régimen, ni el terrorismo de estado que usa contra los propios cubanos. La dictadura debe permanecer en la lista, hasta que decida devolver el país a los cubanos.

  9. Es hora de dejar las conductas ambiguas y complacientes con un régimen criminal, terrorista, genocida, violador de todos los derechos humanos, represor y asesino, que aplasta a sus ciudadanos y los condena a una eterna deuda con medio mundo porque además de todo, es pedigüeño y luego mala paga, porque en 64 años de destrucción de un país jamás ha cumplido con sus obligaciones financieras ni con su pueblo, ni mucho menos con los incautos que le prestan dinero. BASTA de justificar a una dictadura que tiene secuestrado el destino de la nación cubana y de todos sus habitantes. Basta de connivencia y de contubernio con un régimen canallesco y miserable. Lo único sensato que se puede pedir, a estas alturas, es el fin de esa pesadilla que atormenta a 11 millones de personas y les impide vivir como seres humanos, provocando que se vean obligados a escapar de su propia tierra hacia cualquier país normal. A los nostálgicos del deshielo, les pregunto si ellos vieron algún cambio real en la economía de la isla durante esos 2 años y medio. Porque yo seguí viendo escasez, seguí viendo miseria, seguí viendo hambre, seguí viendo ineficiencia, seguí viendo represión, es decir, en lo concreto, la vida en Cuba continuó siendo el mismo desastre de siempre. Ese cuento de la prosperidad y bonanza económica es tan ridículo como falso. En manos de estos delincuentes, desde que cesó el subsidio soviético y la dependencia crónica de todo lo que venía de allí, los cubanos no han dejado de vivir en la miseria y en la desesperanza. Hay miles de compatriotas nacidos después de 1989 que en su vida han probado un trozo de carne de res o de langosta. Basta de engañifas, porque son insultos para un pueblo que está viviendo una crisis humanitaria y ya de por sí es bastante ultraje el silencio cómplice, o peor aún, la indigna connivencia con el criminal, de parte de la ONU, la UNICEF y la FAO ante una situación desesperada del pueblo de Cuba. Merecemos respeto, merecemos que se dejen a un lado de una vez, los discursos abstractos y vacíos que tratan de justificar a la dictadura criminal que se enseñorea en la Patria. Para Cuba no hay otro camino hoy que el de la ruptura con esta mafia criminal, que ni es patriótica, ni es popular, ni es legítima, y que en cambio saquea, roba y miente constantemente a este pueblo. Sigamos el camino del Apóstol y no el de los cuentos que nos hacen los mismos que han hundido a la nación. Hagamos lo correcto de una vez, cumplamos con nuestro deber cívico denunciando este régimen de oprobio, cumplamos con nuestra conciencia y dejémosles las mentiras y manipulaciones al régimen y sus trasnochados panfletos de burda propaganda y adoctrinamiento. De una vez y por todas, es eso lo que necesitamos para acabar de sacarnos este cáncer que está acabando con Cuba.

  10. ¡Como tiene títulos ese profesor! Lástima que de la misa no sepa ni la mitad.
    Para «periodista» del Granma se pinta solito el compañero.

    • Respecto a la permanencia del gobierno cubano (que no Cuba) en la lista de países patrocinadores del terrorismo, pues que esa dictadura de, aunque sea, una prueba de que no merece seguir formando parte de ella.
      Su más reciente «hazaña» ha sido la de apoyar a Putin en su guerra de destrucción contra Ucrania para recibir alguna que otra migaja del Kremlin. De su prontuario terrorista desde incluso antes de tomar el poder, no es necesario hablar.
      La dictadura cubana no solo debe permanecer en esa lista, si no que debe encabezarla sobre todo por lo que ha sido y es capaz de hacerle a su propio pueblo.

  11. Si alguien se dedica a matar durante decadas es considerado un asesino aun despues que deje de matar.
    Si un gobierno se dedica a actividades terroristas durante decadas tiene que ser considerado un gobierno terrorista aunque haya dejado de hacer actividades terroristas.

      • Si Ud lo considera asi Cuba puede porner a Estados Unidos en su lista que patrocina el terrorismo y negarse a tener relaciones comerciales con los gringos.

  12. Winston.
    EU hace su propia lista, no se les dictar países y menos exigir se pongan a la cabeza. El gobierno de Cuba tiene su lista de gobiernos amigos o enemigos. Los opositores cubanos están fichados en largas listas. Haga la suya propia, incluya a quien quiera. Yo tengo la mía.
    Lo justo fuera menos hipocresía y mas valentía.

  13. Mande como tres comentarios y no vieron la luz. No importa ya que tengo la completa seguridad de que el represor a cargo los haya leido e incluso leera este
    Que tonteria esa de eliminar comentarios. De suprimir opiniones. Ni siquiera pueden explicar las causas porque no las hay.
    Ese estilo que es el que los dictadores del regimen han mantenido desde el principio y miren lo mala que esta la cosa en que se vive hoy en cuba desde que uno se levanta hasta que se acuesta.
    Bueno sera porque no quieren leer las verdades que los contradicen, incluso cuando estas estan a la vista y no se pueden taparse

  14. Si el gobierno de Estados Unidos hablara del desgobierno de Cuba como lo hacen aquí entonces di pensaría que somos el estado 52 de USA ??
    LO QUE ES UNA INJUSTICIA ES EL MONTÓN DE MENTIRAS QUE SE CREEN QUE CREEMOS
    ABAJO LA DICTADURA
    LIBERTAD A TOFOS LOS PREDOS POLÍTICOS
    ABSJO LOS TIRSNOS CORRUPTOS E INCOMPETENTES
    https://in-cubadora.com/2023/02/02/henry-eric-hernandez-quien-a-hierro-mata-a-hierro-muere-a-proposito-del-imaginario-necropolitico-cubano/?fbclid=IwAR3V5LJ6dDRlFhi2uaDMd3k9rHQF–Q7Ktv6B0AitGTA3-51da-vuglzQtY

  15. Lo que es una injusticia es que esos represores incompetentes e ignorantes acéfalos continúen robando y criminalizando los derechos del pueblo
    No los queremos no los necesitamos basta de imponer terror al pueblo y abrirse como sombrillas mendigando a los gobiernos parlanchines del mundo
    Basta de avergonzar a los que tenemos dignidad y no tenemos miedo
    Hacen falta muchos BAYAMOS en Cuba fuera los lacayos acomodados defensores de sus rones cayos y playas prostitutas hoteles y estancias en cuba a lo gratis y lo grande a costa del pueblo sumido en miseria
    Basta de prostituir la verdad . La realidad cubana es una y está a la vista de todos
    Por supuesto no está a la vista de los que salen por salones VIP directo a los safaris de resort 5 estrellas, ron , tabaco y put@ de ocasión

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William Leogrande
William Leogrande
Dr. William M. LeoGrande es Vicerrector Asociado de Asuntos Académicos y Profesor de Gobierno en la Escuela de Asuntos Públicos de la American University en Washington, D.C. De 2002 a 2012, fue Decano de la Escuela de Asuntos Públicos. En 1982-1983, el Dr. LeoGrande fue miembro de Asuntos Internacionales del Consejo de Relaciones Exteriores y trabajó en el personal del Comité de Política Democrática del Senado de los Estados Unidos. En 1985 y 1986, formó parte del personal del Grupo de Trabajo del Caucus Democrático sobre América Central de la Cámara de Representantes de los Estados Unidos. El profesor LeoGrande se especializa en Política Comparada y Política Exterior de los Estados Unidos. Ha escrito extensamente en el campo de la política latinoamericana y la política estadounidense hacia América Latina, con un énfasis particular en América Central y Cuba. Más recientemente, es coautor de Back Channel to Cuba: The Hidden History of Negotiations between Washington and Havana (University of North Carolina Press, 2014). También es autor de Our Own Backyard: The United States in Central America, 1977-1992 (University of North Carolina Press, 1998), y Cuba’s Policy in Africa (Universidad de California, 1980). Sus artículos han aparecido en Foreign Affairs, Foreign Policy, The New York Times, Washington Post, Los Angeles Times, Miami Herald, Newsweek, The New Republic, Atlantic, The Nation, the National Interest, the American Conservative, LeMonde Diplomatique y otras revistas y periódicos.

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