¿Ley de empresas o medidas financieras recientes? ¿Cuál es el mejor camino?

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No se descubre nada nuevo cuando se dice que la economía cubana atraviesa una crisis de oferta de bienes, y que de ahí se derivan después los desequilibrios financieros que están presente en la actualidad. Si eso es así, por qué no priorizar entonces los temas que pudieran impulsar esa oferta, como por ejemplo la postergada ley de empresas.

Sería interesante conocer por qué una ley para la empresa cubana ha tenido tantos crucigramas que atravesar o sesiones de discusión, y cuando me leo el anteproyecto que se ha filtrado, o circula por las redes sociales, no se entiende por qué esa vía crucis.

Me acuerdo de que el Parlamento Nacional en su plan de discusiones la había colocado en el plan de 2022, y de pronto se había decidido hacerlo para el 2023, año que culminó. Entonces ahora habría que esperarla este 2024.

Entre lo que se ha llamado recientemente un Plan de Estabilización Macroeconómica, plan que no se ha divulgado, esta ley de empresas sería algo así como muy importante, si el objetivo es avanzar económicamente. O sea, si no se les da solución a las incongruencias del tejido empresarial cubano, no se puede aspirar a salir del punto de recesión económica en que está Cuba en estos momentos.

En una ocasión las autoridades del país comentaron que se había encuestado a más de 600 empresas estatales y que ello les había permitido discutir sobre el alcance, objetivos y principios de la ley.

Y ahí está uno de los problemas, la nueva Ley de Empresas no puede ser una ley para las empresas estatales, sino para todas las formas de propiedad existente. Y según se sabe, se llamará «Ley de la Empresa Estatal Socialista». Ya de inicio partiría con una incongruencia cuando se apruebe.

Según Alejandro Gil Fernández, ministro de economía, «esta ley ayudará a poner en su lugar muchas cosas asociadas a sus misiones, gobernanza, Juntas de gobierno, OSDE (organización superior de dirección empresarial), asignación de recursos, facultades para promover la inserción internacional y creación de negocios con inversión extranjera, entre otros aspectos».

La nueva normativa tiene que superar la disyuntiva estatal y no estatal, y reconocer los elementos de autonomía empresarial, seguridad jurídica y propiedad que exigen las empresas para poder cumplir sus fines.

Hoy las empresas estatales no son en mayoría el tejido empresarial cubano, aunque desde el discurso de las autoridades se haga énfasis en que es la más importante para el Estado, y claro que lo es en número de activos, de empleos, de valor de producción, en actividades estratégicas, entre otros indicadores. Pero el sector más dinámico en la actualidad en cuanto a generación de empleos,  incremento de importaciones, crecimiento en ventas y mejoras salariales, es el de las empresas privadas.

Hay que tener en cuenta que la Constitución cubana plantea en su artículo 27 que la empresa estatal «es el sujeto principal de la economía nacional», y aunque se reconoce su autonomía en administración y gestión, la misma es altamente dependiente de las decisiones y regulaciones que establece la dirección del país. Y ese es un problema que lastra a la empresa estatal.

El sistema político cubano hasta ahora no ha podido garantizar el bienestar económico del país, ya que se ha intentado hacerlo avanzar desde un nivel muy bajo de su desarrollo productivo, con un énfasis exagerado de construirlo en un largo periodo, basado en la preeminencia de empresas estatales cargadas de ineficiencias.

No existen documentos teóricos que expliquen cuántas empresas estatales deberían existir en Cuba, en qué ramas deben estar las mismas, y si no es mejor hablar de empresas públicas. Nunca se ha esclarecido la razón por la que una empresa, para que sea socialista, tiene que ser estatal, pero esa idea fija de algunos decisores llevó a la Ofensiva Revolucionaria de 1968, con las nacionalizaciones de todas las empresas que existían en el país y hoy, a las alturas del 2024, aún cargamos con el lastre de esos errores.

Se sabe que una empresa de propiedad estatal solo pudiera ser competitiva si tiene autonomía, es decir, si ella toma sus propias decisiones, que exista una verdadera gerencia empresarial y no un colectivo para la administración de recursos.

Tampoco ha quedado definido el concepto de «medios de producción fundamentales». Pienso que los decisores trabajan sobre la idea de que la fortaleza de la economía socialista cubana está en la cantidad de empresas que están bajo el sistema estatal y eso es un craso error.

La tan añorada ley de empresas tiene que definir cuáles son los incentivos prevalecientes para las empresas cubanas en su totalidad.

En el conglomerado empresarial cubano hay un gran número de empresas con pérdidas y una ineficiencia más que probada. Por ende es necesario que en esa ley se refleje la quiebra de las empresas con pérdidas consecutivas, que afectan el desarrollo económico.

Si realmente se aspira con la estabilidad macroeconómica a equilibrar el presupuesto, lo primero que debería hacerse es reducir los subsidios empresariales a las empresas estatales vigentes.

No se debe temer al cierre de esas empresas en pérdidas, y en algún caso, darla a los trabajadores en forma de acciones, para que ellos intenten reflotar la empresa, ya que serán beneficiados por las utilidades que ellos mismos pueden lograr; no se debe menospreciar la inventiva de los colectivos cubanos.

Es curioso ver cómo en el artículo 16.1 del anteproyecto que circula con fecha de septiembre del 2023, se clasifican las empresas, pero unas pueden tener competencia con otras y hay un grupo que no tendrá competencia. ¿Cómo entender esta dicotomía? Si eres empresa tienes que ser competitiva, si no, que pase a ser una entidad presupuestada.

El anteproyecto también regula la organización y el funcionamiento de la empresa estatal socialista, en lo adelante empresa, independientemente de la forma jurídica organizativa que adopte, y en ningún momento especifica si solo se trata del sector estatal civil de la economía, de lo que se puede deducir que el grupo empresarial de las FAR deberá subordinarse a dicha ley.

Y esto se puede verificar además con el Artículo 63, que dice: «A los efectos de esta ley, cumplen las funciones del representante del propietario:  El Instituto Nacional de Activos Empresariales Estatales, la unión, la corporación y para la empresa estatal nacional no integrada a estos».

La idea curiosa es que, al crearse el Instituto Nacional de Activos Empresariales Estatales, se aclara que cesan las funciones de atención de los ministros y los organismos de la Administración Central del Estado para con el sistema empresarial estatal, algo muy difícil de concebir si se tiene en cuenta nuestra historia burocrática.

El entorno de la actividad empresarial en Cuba es la misma que caracteriza a todo el país, y eso incluye burocracia, inseguridad jurídica, orientaciones superiores, entre otras.

La economía cubana necesita definir ya el nuevo marco jurídico, político, económico y social para todas sus empresas. Esa ley tiene que eliminar las barreras regulatorias y debe permitir superar la concepción de preocupación por el crecimiento de las empresas privadas o cooperativas, es decir, romper el mito de no permitir la acumulación de las empresas.

La ley tiene que establecer las diferencias entre las distintas empresas, con sus formas de organización jurídica, su tamaño, su clasificación sectorial, territorial y objetivo de beneficio. Y debe ser una sola. Es inconcebible, en un país tan pequeño como Cuba, con fuertes rivales internacionales y con un bloqueo asfixiante, se dé el lujo de seguir aplazando y cuestionando temas vitales como la Ley de Empresas. Sobran experiencias internacionales de países que han comenzado su desarrollo en menos tiempo que el cubano, y cada año ascienden un peldaño en ese desarrollo, mientras Cuba baja cada año de lugar.

China tuvo un periodo en que intentaba proteger a su empresa estatal, pero a la vez le daba amplias facilidades al sector privado, es decir, jugaba a la competencia, y a la vez tenía sectores estratégicos que controlaba, como la Banca. Pero hoy China es la segunda economía del mundo y la empresa estatal es minoría. Entonces por qué perder tiempo en intentar descubrir lo que otros ya hicieron y con resultados concretos.

Lo curioso de todo es que se le ha dado prioridad, para la estabilización macroeconómica del país, a la subida de precios de diferentes sectores y tarifas, especialmente la subida del costo de la electricidad a los consumidores de más de 500 Kw, que son los que tienen empresas productivas y a los que, al subírsele el precio, automáticamente subirán los precios de los productos que elaboran.

Sucede igual con el combustible, que traerán consigo un incremento de pasajes. Y entonces para no seguir analizando esas medidas algo incoherentes, me pregunto.

  1. ¿No sería más factible reducir los gastos del presupuesto en la partida de subsidio a las empresas en pérdidas durante varios años consecutivos?
  2. ¿No sería más factible permitir que se incremente la cantidad de negocios privados, inclusive siendo de un mismo dueño, para que crezcan las unidades imponibles de impuestos? ¿Y olvidarse de la concentración de los ingresos?
  3. ¿Por qué no llegan los capitales externos? ¿Es solo por el bloqueo impuesto a Cuba o es que se arrastran deudas con las empresas que ya han invertido?
  4. ¿No sería mejor paralizar las obras de construcción de hoteles para un mediano plazo, y en ese corto plazo invertir en maquinaria para la agricultura o la industria?

Son simples ideas, pero mucho se puede hacer en aras de incrementar la oferta de bienes del país, como implementar y cumplir lo que se refleja en la ley de empresas que, insisto, debe ser para todas las formas de propiedad.

Las medidas recién implementadas en la esfera de la circulación no llevarán al camino que se necesita para cambiar el ciclo de recesión económica en que Cuba está inmerso, ni van a reducir la desigualdad y la pobreza ya existente en el país.

Las exhortaciones, los deseos y la ideología no han podido lograr que se incremente la satisfacción del cubano en estos años difíciles, ya que esto se logra con ofertas y con el incremento del poder adquisitivo de los ingresos.

20 COMENTARIOS

  1. Están castigando el pueblo cubano a conciencia,lo que hay que hacer para desarrollar la economía es de manual,de hecho,las empresas que mejor funcionan y dan ganancias estan al 50 % en manos de capitalistas extranjeros, simplemente no quieren perder el control total de la económica,prefieten que el pueblo siga pasando trabajo.

  2. Para qué una Ley de Empresas? Las leyes son importantes cuando el marco jurídico y político las sitúan en la cúspide del funcionamiento de la sociedad. Ese marco en Cuba es que el Partido está por encima de la ley y la Ley es lo que diga la dirección del Partido, no un Estado de Derecho y sin Estado de Derecho, la ley no vale más que letra muerta sobre papel. Todo el poder lo tiene la dirección del Partido y no hay poderes independientes que aseguren los contrapesos contra los inventos e improvisaciones de los que mandan. Para qué tantas leyes entonces?

  3. Los capitales externos no llegan por el bloqueo y por estar injustamente en la lista de terroristas, que debía estar en cabezada por Israel y por el mismo autor de la lista.

  4. Desde cualquier posición ideológica honesta es imposible negar el impacto que tienen las acciones que limitan el desarrollo económico y social de cualquier país. (no solo aquellas que surgen de las divergencias políticas ,también pueden ser desastres naturales ,epidemias ,conflictos bélicos etc ):
    El embargo económico de Estados Unidos, limita las inversiones extranjeras y el acceso a tecnologías y mercados.
    La crisis energética, que dificulta el funcionamiento de los servicios básicos y de la infraestructura turística.
    La crisis sanitaria provocada por la Covid-19 afectó gravemente a la economía cubana, que depende en gran medida del turismo y las remesas como fuentes de ingreso. La pandemia obligó a cerrar las fronteras y reducir los vuelos, lo que provocó una pérdida de ingresos y de divisas.
    Por otra parte, la economía cubana arrastra problemas estructurales desde hace años, como la baja productividad, la escasa diversificación productiva y la falta de incentivos al sector privado.
    El gobierno cubano ha adoptado medidas para impulsar la producción nacional, diversificar las fuentes de divisas y proteger a los más vulnerables, pero el panorama a mediano y largo plazo es incierto y desafiante. Se requiere de una mayor apertura económica, para superar los obstáculos que se presentan y garantizar el bienestar de la población.
    Un estudio documental de las publicaciones científicas de los mas destacados investigadores de 10 países han llegado al criterios similares sobre las estrategias económicas ,fallidas adoptadas por Cuba.
    La crisis económica en Cuba, de continuar implicara mayores carencias materiales , perdida de valor necesarios para reconstruir el país.
    La justificación de la crisis por el embargo no es la solución.
    Leoncio

  5. Y por qué no convertir las empresas irrentables en cooperativas de trabajo de sus trabajadores? Es cierto que la experiencia de 2010 en que lo hicieron con algunas unidades de servicios fue malograda, pero es que la intención no era construir verdaderas cooperativas sino deshacerse de actividades indeseadas manteniendo el control sobre las cooperativas inducidas. Pero no tiene que ser así: se pueden crear cooperativas genuinas cuando los trabajadores lo quieran y con la debida preparación y capacitación. Vender acciones a los trabajadores, como se vio en Europa oriental, no es más que el preludio de su privatización con dueños enriquecidos y trabajadores sin más recurso que vender su fuerza de trabajo.

    • Estimado Rafael, en Cuba, salvo en los primeros años después de 1959, nunca ha habido voluntad política hacia la formación de una cultura cooperativa y mucho menos, crear verdaderas cooperativas. Las que surgieron después como las CPA, o las UBPC y esas del intento del 2010, siempre han tenido la tutela y la dependencia del Estado, unas veces decidiendo las juntas de dirección de las cooperativas y otras, por la inexistencia de un mercado de insumos, maquinarias, partes y piezas de repuesto y otros, los suministros y asignaciones siempre fueron por entidades estatales, primero el funesto CEATM, luego, las delegaciones provinciales o municipales de los ministerios del ramo de las cooperativas y además, por la supervisión y aprobación de su gestion por las instancias del Partido, de modo que no tenían ni podían tener la autonomía imprescindible para que fueran exitosas. Si las empresas estatales (socialistas?) no han podido ser autónomas por mucho que se ha vociferado esta cualidad e incluso, recogido en la última Constitución del 2019, cómo podrían ser autónomas y verdaderas cooperativas las creadas e incluso las de reciente creación??? Imposible. No hay verdadera voluntad política para el cooperativismo como no la hay para la autonomía de las empresas estatales.

      • Completamente de acuerdo. El Estado-Partido-Gobierno-Casta tiene una prioridad SUPREMA: mantenerse en el poder. Y en función de ella está TODO lo demás. De ahí los ritmos superlentos de los «cambios», el que no respeten ni lo que ellos mismos se inventan en sus lineamientos y leyes, los patraypalantes permanentes, las rectificaciones eternas. Rezan esperando el milagro de un pozo, o la mano de algún amigo que les de un respiro, pero jamás este macabro sistema hará lo que tiene que hacer en la economía, porque pondría en riesgo su razón de ser: MANTENER EL PODER A TODA COSTA. Saludos

  6. ES UNA BARBARIDAD JUSTIFICAR CON UNA SOBERANA MENTIRA “QUE EL CAPITAL NO LLEGA POR EL BLOQUEO Y POR LA LISTA DE PAÍSES TERRORISTAS”. Por Dios, TARAN Ud sabe de economía como yo de la NASA: Nada !
    Europa no esta sujeta al Embargo norteamericano, ni tampoco tiene a Cuba en la lista negra de países terroristas. Vaya Ud a decirles mentira a su abuelo, no a esta audiencia que esta llena de personas con estudios e inteligentes.

    Quien le habla es un hombre de negocios por mas de 3 décadas> Sabe por que los norteamericanos no quieren invertir en Cuba en caso que mañana se levante el embargo? Los hombres de negocios no aceptamos la norma cubana de “obligar al empresario a contratar empleados de una empresa estatal de empleo y no a personas de su confianza o formados bajo sus normas”. Segundo, el inversionista español que esta en Cuba no puede repatriar sus ganancias ni al día siguiente, ni al mes mes siguiente, sino cuando el Ministerio de Inversión Extranjera diga cuando. Eso no puede ser así, Sr TARAN, no son normas internaciones de inversion. Y tercero, un país con 3 monedas, y una tasa con respecto al dólar muy baja y dictada, no por el mercado, sino por el Banco Nacional, es muy difícil hacer negocios. Y por ultimo, NO HAY SEGURIDAD JURÍDICA para el inversionista. Todos los países que reciben inversion extranjera, tienen tribunales mercantiles donde ventilar disputas comerciales, pero en Cuba eso no existe. No se puede demandar a un socio, a un empleado , al suministrador o al banco que retiene los fondos para repatriar. Con semejantes reglas, la Cámara de Comercio de EE>UU, difícilmente recomiende a sus miembros ( 3 millones de empresas ) que inviertan una peseta en Cuba.
    Quien escribe aquí, es miembro de la US Chamber of Comerce desde 1991, por eso hablo con propiedad.
    Nosotros no nos metemos en política, pero si miramos con una lupa con quien hacemos negocios. Y Fiarle a quien no paga o paga muy tarde, hace imposible hacer tratos comerciales. Cuando EE>UU levante el embargo a Cuba, que ojalá y sea mañana mismo, Cuba seguirá en la ruina, porque levantar las restricciones comerciales no llevaran a una lluvia de créditos y prestamos, ni a corto ni a largo plazo a Cuba. Primero Cuba tiene que someterse a un examen crediticio y de saneamiento de su economía para ingresar en el Banco Mundial y el FMI , para que los bancos empiecen a mover fichas si otorgan prestamos o no. Y con esas deudas impagables de Cuba al Club de Paris, sera una señal de alerta a la banca norteamericana. El embargo no va a solucionar la miseria que hay en Cuba.

    Demoledor este articulo bien escrito, con números y sustancia por el Dr en Economía Omar E Perez. Pero los también Dres en Economía Pavel Vidal, Mauricio de Miranda, Juan Triana y Pedro Monreal, ya han dicho lo que ahora escribe el Dr Omar E Perez. Y el mediocre Ministro de Economia Alejandro Gil, se hace el sueco, el que no oye ni lee, porque defiende reglas de una economía estatal en ruinas con parches y no soluciones radicales. Con yodo no se cura un cancer, Ministro Gil. La empresa estatal socialista ni es ejemplo, ni es solvente ni es el futuro de Cuba, Sr Ministro. Deje de inventar el agua de lluvia, por favor.

    • Vamos a mantener su comentario que nos parece incluye elementos de mucho interés pero le pedimos evitar referirse despectivamente a otros foristas. Saludos.

    • Pero entonces como es que han invertido y prosperado negocios como los de Sherrit, Melia y tantos otros que han burlado al bloqueo??.

      • Porque los decisores se inclinan genuflexamente hacia los pocos pesos pesados que dan ese paso, y se cuidan mucho de hacerle lo que le hicieron al chileno que invirtió en Río Zaza. O a todos los representantes de firmas extranjeras a quienes a inicio de los 2000 les enseñaron fotos que les habían tomado en situaciones bien comprometedoras, dándoles una semana para cerrar la tienda e irse sin mencionar adeudos. Es como si dijéramos que en ningún país del mundo hay motivos para quejarse de pobreza o falta de oportunidades porque todos cuentan con su reglamentario 1% de millonarios.
        Le pongo un ejemplo: En Cuba, el sistema de producción y pago del tabaco de exportación nunca dejó de responder a los intereses de los cultivadores privados. Sus bases eran totalmente opuestas a las del resto de la agricultura. ¿Por qué? Muy sencillo: Porque el viejo Robaina le dijo a Fidel por lo claro, que el día que estatizaran esa actividad y les pagaran un salario, iba a ser el día en que desaparecería el habano para renacer en la Florida o el sur de los EEUU. Así de sencillo. ELLOS SABEN.

  7. AL CONSEJO EDITORIAL:
    Acepto las reglas y tratare de cumplirlas en el futuro. Pido disculpas.
    A los floristas que vienen aquí a mentir descaradamente y a burlarse, no les deberian publicar el comentario.

    • Completamente de acuerdo con usted, por cierto, tambien sé lo que es administrar negocio propio y me identifico totalmente con sus palabras.

  8. El mejor camino y único, mirando desde los que gobiernan Cuba como su finca privada es «seguirlo haciendo», su vida y la de sus familiares y compinches va en ello, a estas alturas del juego todos son catedráticos en darle la vuelta para seguir ellos en el poder y es por ello que haran todo, absolutamente todo, para no perder el «control» y seguir viviendo del mito de la revolución Cubana solo victoriosa y vivible para ellos mismos.
    La otra parte, el pueblo, los que desde el exterior apoyamos financieramente a los nuestros que han quedado y la comunidad internacional debería sacudirse de esta casta de pícaros abuelos y sus elegidos, el problema de Cuba hace mucho es primeramente político, no existe forma de superar este fracaso sin cambiar las reglas de juego politicas del pais del PCC unico y plenipotenciario derivado en totalitarismo de una casta de «iluminados» ancianos.

  9. […] proclama como el actor económico principal, demora de manera inexplicable la promulgación de una Ley de Empresas que norme su gestión; existe un proyecto de ley cuya discusión y aprobación ha sido pospuesta […]

  10. Realmente se necesita una ley llámese de empresas o ley de comercio. Esta debe abarcar todo el proceso de producción distribución y consumo de bienes desde el contrato de la fuerza de trabajo, su participación en la gestión, sus ingresos, obligaciones y responsabilidades hasta el aporte a los diferentes niveles presupuestarios por su presencia en mercados, responsabilidades civiles, penales, sus garantías y respaldos y hasta las maneras de cierre de las entidades. Todo debe estar presente en esa dichosa ley que ponga en igualdad de condiciones desde un pequeño taller hasta una gran fábrica, desde un campesino privado hasta un complejo agroindustrial , a privados y estatales

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Omar Everleny Pérez Villanueva
Omar Everleny Pérez Villanueva
Doctor en Economía por la Universidad de La Habana e Investigador. Profesor visitante en las universidades de Harvard y Columbia, Carleton University y la Sorbonne

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