A 63 años de la ruptura de relaciones diplomáticas entre Cuba y Estados Unidos: ¿quién salió ganando?

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Hoy se cumplen 63 años de la ruptura de relaciones diplomáticas entre Cuba y Estados Unidos, ocurrido el 3 de enero de 1961.

Aunque el Estado norteamericano —entonces presidido por el republicano Dwight D. Eisenhower— reconoció al gobierno revolucionario en el poder, era sabido el apoyo político y logístico brindado por su administración a la dictadura batistiana, al punto de que el líder del Movimiento 26 de Julio le había escrito a Celia Sánchez en junio de 1958: «Al ver los cohetes que tiraron en casa de Mario, me he jurado que los americanos van a pagar bien caro lo que están haciendo. Cuando esta guerra se acabe, empezará para mí una guerra mucho más larga y grande: la guerra que voy a echar contra ellos. Me doy cuenta que este va a ser mi destino verdadero». No obstante, en abril de 1959 Fidel Castro visitó la nación norteña, se reunió con Richard Nixon, entonces vicepresidente, y aseguró públicamente que su gobierno no quería una ruptura con el de EE.UU., sino un trato justo. Pero las contradicciones no se hicieron esperar.

Fidel Castro junto a Richard Nixon
Fidel Castro junto a Richard Nixon / Foto: El Pais

Desde 1959 se produjeron atentados terroristas llevados a cabo por sectores que se oponían al nuevo gobierno instaurado en La Habana, entre los que está, como uno de los más recordado, la explosión del buque francés La Coubre (1960). El gobierno cubano acusó a la embajada de los Estados Unidos de financiar y alentar este tipo de actos. Según el politólogo cubano Carlos Alzugaray Treto:

Livingston Merchant afirmó que desde junio de 1959 se “había llegado a la decisión de que no era posible lograr nuestros objetivos con Castro en el poder”, poniéndose en marcha un programa que “el Departamento de Estado había estado elaborando con la CIA” y cuyo propósito era el de “ajustar todas nuestras acciones de tal manera que se acelerara el desarrollo de una oposición en Cuba que produjera un cambio en el Gobierno cubano resultante en un nuevo Gobierno favorable a los intereses de EE. UU.” (FRUS: 742).[1]

Ya a mediados de 1959 empezaría a gestarse por parte de la CIA la organización, reclutamiento y entrenamiento de quienes protagonizarían en abril de 1961 la invasión por playa Girón.

A principios de marzo de 1960, Eisenhower recortó la cuota azucarera que su país compraría a Cuba, iniciando las primeras medidas unilaterales coercitivas. Meses más tarde suspendió el envío de petróleo a la Isla. Cuba buscó suplir ambas restricciones con la Unión Soviética, que se comprometió a comprar buena parte del azúcar a precios de mercado y a enviar petróleo. A mediados de agosto de 1960, fueron nacionalizadas la mayoría de las propiedades norteamericanas en la Isla; las primeras se produjeron luego de que las refinerías de propiedad estadounidense se negaran a refinar el petróleo proveniente de la URSS. Como respuesta, el 19 de octubre de 1960 el gobierno de EE. UU. prohibió toda exportación hacia Cuba.

El 3 de enero de 1961, ante el aumento de los atentados y actos terroristas, Fidel Castro pronunció un discurso en el cual afirmó:

La Revolución ha consentido que una plaga de agentes del servicio de inteligencia, disfrazados de funcionarios diplomáticos de la embajada americana, haya estado aquí conspirando y promoviendo el terrorismo.  Pero el Gobierno Revolucionario ha decidido que antes de 48 horas, antes de 48 horas, la embajada de Estados Unidos no tenga aquí ni un funcionario más de los que nosotros tenemos […]. Nosotros no íbamos a decir todos los funcionarios, sino ni un funcionario más del número de los que nosotros tenemos en Estados Unidos, que son 11. Y estos señores tienen aquí más de 300 funcionarios, de los cuales el 80 % son espías. Si ellos quieren irse todos, entonces ¡que se vayan!

Veinticuatro horas más tarde Eisenhower rompía relaciones con Cuba. «La mayor parte de los familiares del cuerpo diplomático ya habían dejado el país, y ya nos habían dicho que preparáramos las maletas, así que fue cuestión de tomarlas e irnos», contó años más tarde a la BBC Wayne Smith, uno de los últimos funcionarios de la embajada de EE.UU. en 1961.

Las relaciones se mantuvieron prácticamente inexistentes hasta que en 1977, durante la administración de James Carter, ambos países abrieron respectivas secciones de intereses, inicialmente bajo la protección de la embajada de Suiza. Con la presidencia de Barack Obama se reanudaron oficialmente las relaciones diplomáticas el 20 de julio de 2015, convirtiendo las oficinas de intereses en embajadas.

Este restablecimiento también implicó un estrechamiento de los lazos culturales entre ambos pueblos, un reencuentro entre cubanos divididos por la política en las dos orillas, así como el relajamiento de algunas medidas coercitivas que permitieron viajes de intercambio cultural y académico, colaboraciones de instituciones científicas de ambos países, así como el otorgamiento de algunas licencias generales para establecer tímidas relaciones comerciales, a pesar de las persistentes restricciones de la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC por sus siglas en inglés).

Raúl Castro junto a Barack Obama
Raúl Castro junto a Barack Obama / Foto: BBC

Dos sucesos históricos se dieron en este período. Uno fue la eliminación de Cuba de la controversial lista de países que no colaboran con Estados Unidos en la lucha contra el terrorismo, que implica la limitación de múltiples transacciones entre ambas naciones. El otro consistió en que la representación norteamericana en Naciones Unidas en 2016 se abstuviera en las votaciones para poner fin a la política de sanciones que su propio gobierno imponía —y sigue imponiendo— hacia Cuba.

En septiembre de 2017, si bien no se rompen las relaciones diplomáticas, la administración Trump anuncia una drástica reducción del personal en la embajada bajo la excusa del llamado Síndrome de La Habana, malestares que presuntamente padecieron algunos de los funcionarios que ahí operaban. Esta medida implicó el cese de varios servicios consulares que limitó grandemente el intercambio que hasta el momento se había sostenido, y redujo las posibilidades de una migración ordenada, al tener los cubanos que viajar a un tercer país para solicitar cualquier visado.

En materia política también significó una vuelta a las hostilidades, al derogar muchas de las medidas tomadas por Obama y adoptar otras que reforzaron el entramado de leyes y procedimientos que interfieren en el intercambio comercial y cultural entre ambos países. Algunas de las más notorias fueron la reincorporación de Cuba en la antes mencionada lista, las restricciones a las remesas y la reactivación en su título III de la Ley Helms-Burton, que permite llevar ante las cortes de EE.UU. a ciudadanos o entidades foráneas o nacionales que ocupen las propiedades que incautó el gobierno revolucionario.

La actual administración demócrata del presidente Joseph Biden, si bien levantó varias restricciones —como la de las remesas—, aumentó paulatinamente el personal y los servicios consulares, y estuvo en diálogos con funcionarios cubanos, principalmente acerca de la emigración ordenada, ha mantenido las principales medidas de su antecesor republicano. A nivel de discurso político tampoco hay mucho que indique la intención de aminorar distensiones.

Durante ya más de 63 años la hostilidad ha primado en las relaciones diplomáticas entre los dos países. Los extremistas en ambas orillas sacan provecho de esta situación, a la que arrastran a no pocos seguidores acríticos. Para los de la Florida, «la lucha contra el comunismo» ha sido el cheque en blanco para financiar infinidad de proyectos de injerencia que han terminado despilfarrando los impuestos de los ciudadanos norteamericanos y han estado muy lejos de promover valores democráticos en la Isla. Para los extremistas de Cuba, la mentalidad de plaza sitiada ha sido el argumento perfecto para justificar cualquier violación de derechos humanos en nombre de la soberanía nacional, evadir la transparencia bajo el argumento de no darle armas al enemigo y justificar con el bloqueo las ineficiencias y torpezas internas.

Los únicos perjudicados han sido los pueblos. Principalmente el cubano, por la enorme asimetría de poder de su país en el panorama internacional. Un pueblo que hoy sobrevive a la hostilidad de un gobierno extranjero mientras también se enfrenta a las formas autoritarias con las que ejerce el poder el suyo. No obstante, 63 años después, se sigue implementando la misma o similar estrategia, esperando que dé distintos resultados.

[1] Carlos Alzugaray Treto: Diplomacia imperial y Revolución. Estados Unidos ante la Revolución Cubana 1959-1960: del reconocimiento reticente a la ruptura omini, Editorial de Ciencias Sociales, La Habana, 2021, p. 229.

10 COMENTARIOS

  1. Como alguien que ama a Cuba, que desea ver al país tener éxito y que está gravemente preocupado por la situación del país, encuentro este artículo tremendamente decepcionante. Por contraproducentes que sean el embargo y las sanciones relacionadas contra Cuba, el autor de este editorial describe el dogmatismo patológico de Cuba hacia una ideología fallida como «ineficiencias y torpezas internas». Lo que se ha impuesto a la sociedad cubana, por la fuerza y en contra de su voluntad, no son «ineficiencias y torpezas internas», sino un sistema tan extremo en el espectro del control gubernamental que solo es superado por Corea del Norte. Simplemente no estamos teniendo una conversación honesta si vamos a utilizar eufemismos como «ineficiencias y torpezas internas» para describir un sistema que hambrea a su pueblo con un sistema diabólico de producción agrícola controlado por el gobierno en un país que tiene mucha más tierra cultivable que cualquier otro país del Caribe. No podemos equiparar la responsabilidad del sufrimiento del pueblo cubano entre el embargo y el propio gobierno de Cuba si vamos a hablar de estos temas con honestidad. Por malas que sean las sanciones, es responsabilidad de cada gobierno priorizar a sus ciudadanos y velar por su bienestar, incluso si están lejos de ser perfectos en la consecución de tal objetivo. Pero en Cuba, este gobierno, no elegido y en control mediante el uso del miedo y la fuerza contra su propio pueblo, no vela por su propio pueblo. No permite que su propia economía crezca. No permite que su gente prospere. Entonces, sea cual sea el obstáculo externo que enfrenta, no hay nada en la Tierra que justifique la extraordinaria pobreza y hambre a la que somete a su propio pueblo. Y hablando de su propio pueblo, es difícil encontrar a una sola persona menor de 40 años que no esté soñando o planeando activamente abandonar el país. El país ya es el más envejecido del hemisferio occidental, y eso fue antes de que 600,000 adultos en su mayoría en edad de trabajar abandonaran el país. El país se dirige hacia una catástrofe demográfica completa y un colapso social si no se producen cambios importantes, pero parece que este horrible gobierno está feliz de presenciar la autodestrucción de su propia sociedad en un intento repugnantemente malévolo de mantenerse en el poder. Vergüenza para el equipo editorial aquí por endulzar por completo la realidad de la situación y su falsa equivalencia de culpabilidad en el estado lamentable de Cuba hoy. No hay principios ni nada redentor en el gobierno cubano. Es una organización malévola que amenaza con la extinción y el colapso de la sociedad cubana en su conjunto, y los autores de este artículo van a describir sus acciones como «ineficiencias y torpezas internas». Qué vergüenza.

    • Usted utiliza este portal para soltar una diatriba propagandística que está divorciada totalmente de los hechos. En los años 1959-1960 el gobierno revolucionario instituyó una serie de reformas que resultaron en grandes beneficios para el pueblo. Sus resultados fueron: cese de la corrupción flagrante de los gobiernos anteriores; una reforma urbana que puso los alquileres al alcance de una mayoría; una expansión del sistema de salud que poco a poco fue garantizando el acceso universal a los servicios sanitarios; una campaña de alfabetización que garantizó la eliminación del analfabetismo en un año; una reforma agraria que garantizó una mejor distribución de la tierra. La Revolución gozó de un apoyo masivo esos primeros años, hasta tal punto que el gobierno pudo derrotar, con el apoyo popular, todas las conspiraciones en su contra. No sólo le dio a Cuba una independencia nacional que no existía antes sino que comenzó a proyectar a Cuba como un pequeño pero significativo país en el Movimiento de Países No Alineados. Por cierto, los principales aliados de Estados Unidos (Canadá, Gran Bretaña, Francia, Italia, Japón) hallaron un clima adecuado para sus relaciones comerciales. Usted se hace eco de la propaganda norteamericana cuando le llama inocuamente embargo a lo que es un conjunto de medidas coercitiva unilaterales, ilegales por ser extraterritoriales que, sin ninguna duda, constituyen una guerra económica en toda la línea contra el pueblo cubano.

      • Eres libre de desestimar mis argumentos como propaganda estadounidense, pero lo que expreso es el sentimiento de la gran mayoría de los cubanos. No puedes utilizar ese argumento desgastado en contra de lo que afirmé porque no estoy defendiendo las sanciones económicas unilaterales a Cuba, como mencioné específicamente, son altamente contraproducentes y empeoran los problemas que enfrenta Cuba. Lo que dije no está en absoluto desconectado de la realidad. No hablo del apoyo a la revolución que existía en 1960. Estoy hablando de hoy. Para aquellos de nosotros nacidos después de 1980, nuestra única experiencia bajo esta revolución es la de la extrema escasez, dificultades y represión. Lo que dije sobre Cuba ocupando el extremo del espectro en falta de libertades económicas y políticas de cualquier país en la Tierra, superado solo por Corea del Norte, no es una declaración de opinión, sino una observación objetiva respaldada por prácticamente todas las encuestas internacionales que consistentemente ubican a Cuba en la parte inferior de las libertades económicas y políticas, generalmente solo por delante de Corea del Norte.

        El populismo a menudo es popular al principio y casi invariablemente termina en lágrimas. Los dictadores populistas en ambos lados del espectro político toman decisiones a corto plazo para consolidar el poder y luego se niegan a renunciar a su poder incluso cuando las cosas se deterioran, y Fidel no solo no es una excepción, sino que es el epítome de este fenómeno. Simplemente no hay nada que justifique privar a la población de la capacidad de elegir quién los representa. En Cuba, las personas simplemente no tienen ese derecho. Elegir delegados para las Asambleas Municipales del Poder Popular no es democracia. No tienen poder y solo se permite un partido político. Todo esto se trata de mantener a un régimen en el poder sobre el pueblo; no tiene absolutamente nada que ver con el bienestar de la población.

        No existe justificación alguna para este sistema, pero el problema es que el régimen que defiendes no ofrece absolutamente ninguna posibilidad de que exista una sociedad civil y no ofrece oportunidades para el cambio. El mundo cambia constantemente, pero este gobierno no lo hace, y las consecuencias han sido increíblemente graves y amenazan la misma existencia de la sociedad cubana. Pero todo el punto de mi publicación, que no abordaste en tu respuesta, es que caracterizar el papel del gobierno cubano en los problemas que enfrenta el país hoy como «ineficiencias y torpezas internas» es una afirmación absurda. Los problemas creados por el gobierno de Cuba tienen poco que ver con ineficiencias y torpezas internas y tienen todo que ver con un sistema que priva a su pueblo incluso de un mínimo de derechos políticos y económicos.

      • Otra cosa, si quieres hablar sobre una guerra económica contra el pueblo cubano, tengamos esa discusión, porque la entidad número uno que está librando esa guerra económica contra el pueblo cubano es el propio gobierno de Cuba. ¿Quieres saber qué es una guerra económica contra el pueblo cubano?

        ¿Qué tal la prohibición de negocios privados hasta hace dos años, pero hoy en día, el limitado número de negocios que se les ha permitido no tienen más opción que quebrantar las leyes al obtener divisas extranjeras, porque el gobierno cubano tiene una ridícula y absurda política de tener una tasa de cambio fija completamente divorciada de la realidad, por lo que casi todos los negocios en efecto solo pueden operar ilegalmente mediante el intercambio de divisas en el mercado negro? ¿Crees que este entorno político facilita el desarrollo de nuestra economía?

        Hablemos de agricultura. La forma burocrática de producción agrícola en Cuba ha demostrado llevar a la escasez y el hambre en cada país, en cada instancia en la que se ha intentado. Sin embargo, el gobierno cubano se niega a hacer cualquier reforma en la agricultura, con el estado aún controlando el 70% de la tierra agrícola. ¿Qué pasa con las empresas que han intentado invertir en Cuba para producir alimentos localmente pero han sido rechazadas por el gobierno cubano? Cito: «Durante el período de deshielo con EE. UU. bajo la Administración Obama, una empresa líder en la producción de pollo en Centroamérica y el Caribe presentó una propuesta de inversión por valor de más de $200 millones de dólares para producir pollo en Cuba en una fórmula de capital mixto. La empresa entregaba todo a Cuba ‘llave en mano’: cría, instalaciones, alimentos, medicinas, tecnología, supervisión técnica, así como los estudios de factibilidad que demostraban que pronto se cubriría la demanda nacional y no mucho después se podría exportar pollo a otros mercados cuyo acceso facilitaba esa empresa. Sus ejecutivos hicieron más de dos docenas de viajes a la isla para asistir a reuniones improductivas y al final se fueron sin llegar a un acuerdo porque les exigían más del 50% de las ganancias y acciones cuando Cuba solo aportaba a la empresa ‘mixta’ los terrenos para las instalaciones. Comprar pollo congelado al país que los ‘bloquea’ y venderlos en las tiendas de GAESA a la población muy por encima del costo de adquisición y transporte era más simple y lucrativo que producirlo. Además, la importación evitaba tener que compartir ganancias con el inversor y perder el control monopólico de los canales de comercialización mayorista y minorista de carne de pollo en el país».

        Podemos hablar de los agricultores de arroz que fueron enviados por el gobierno vietnamita para facilitar la producción de arroz en Cuba, pero terminaron marchándose debido a la incapacidad de sortear las restricciones y obstáculos impuestos por el gobierno cubano. ¿Quieres que sea más específico? Puedo hablar sobre el Decreto-ley 76, la Resolución 138 de 2019 del Ministerio del Comercio, la Resolución 60 de 2020 del Ministerio de Agricultura, el Decreto Ley 2 de 2019 del Consejo de Estado,… podría seguir durante bastante tiempo y desglosar aún más la multitud de políticas que el gobierno cubano implementa sin ningún aporte del público que destruyen la producción nacional de alimentos. Manufactura, lo mismo. ¿Crees que hablo de estas cosas y me educo sobre estas políticas porque quiero que el pueblo cubano sufra? Todo lo contrario. Me encantaría ver que el gobierno cubano haga las reformas correctas, pero no solo no están haciendo eso, están promulgando legislación que restringe aún más la libertad económica.

        Si quieres hablar sobre una guerra económica contra el pueblo cubano, es una cosa si lo hace otro gobierno. Es otra cosa que el propio gobierno de Cuba lo haga contra su propio pueblo. Así que no solo los cubanos están perjudicados por las sanciones externas, también lo están por su propio gobierno. No estaría diciendo nada si el pueblo cubano eligiera eso, pero no pueden elegir a su gobierno, ni el gobierno cubano brinda espacio alguno para tener una discusión real sobre asuntos políticos que no solo podrían mejorar la economía, sino que también podrían ayudar a lograr los mismos objetivos de atención médica, educación y otros servicios públicos que ostensiblemente defienden. Cómo puedes justificar eso está completamente más allá de mi comprensión.

      • Otra cosa, si quieres hablar sobre una guerra económica contra el pueblo cubano, tengamos esa discusión, porque la entidad número uno que está librando esa guerra económica contra el pueblo cubano es el propio gobierno de Cuba. ¿Quieres saber qué es una guerra económica contra el pueblo cubano?

        ¿Qué tal la prohibición de negocios privados hasta hace dos años, pero hoy en día, el limitado número de negocios que se les ha permitido no tienen más opción que quebrantar las leyes al obtener divisas extranjeras, porque el gobierno cubano tiene una ridícula y absurda política de tener una tasa de cambio fija completamente divorciada de la realidad, por lo que casi todos los negocios en efecto solo pueden operar ilegalmente mediante el intercambio de divisas en el mercado negro? ¿Crees que este entorno político facilita el desarrollo de nuestra economía? Para rematar, de la nada, sin debate público, sin advertencia, simplemente autoridades como sacadas de un libro de texto, el gobierno implementó la banca forzosa, a pesar de que la infraestructura es terriblemente inadecuada para sostenerla, y limitó los retiros para que las empresas tengan que quebrantar aún más regulaciones para operar. Por supuesto, solo puedes elegir entre uno de los tres bancos controlados por el gobierno, porque aparte de Corea del Norte, Cuba es el único país en la Tierra que no tiene banca privada. ¿Son todos los demás países del mundo que utilizan bancos privados unos capitalistas malvados excepto Corea del Norte? Ni mucho menos. Es simplemente que el resto del mundo ha descubierto que el hecho obvio de tener un equilibrio entre un mercado económico y regulaciones prudentes produce resultados mucho mejores.

        Hablemos de agricultura. La forma burocrática de producción agrícola en Cuba ha demostrado llevar a la escasez y el hambre en cada país, en cada instancia en la que se ha intentado. Sin embargo, el gobierno cubano se niega a hacer cualquier reforma en la agricultura, con el estado aún controlando el 70% de la tierra agrícola. ¿Qué pasa con las empresas que han intentado invertir en Cuba para producir alimentos localmente pero han sido rechazadas por el gobierno cubano? Cito: «Durante el período de deshielo con EE. UU. bajo la Administración Obama, una empresa líder en la producción de pollo en Centroamérica y el Caribe presentó una propuesta de inversión por valor de más de $200 millones de dólares para producir pollo en Cuba en una fórmula de capital mixto. La empresa entregaba todo a Cuba ‘llave en mano’: cría, instalaciones, alimentos, medicinas, tecnología, supervisión técnica, así como los estudios de factibilidad que demostraban que pronto se cubriría la demanda nacional y no mucho después se podría exportar pollo a otros mercados cuyo acceso facilitaba esa empresa. Sus ejecutivos hicieron más de dos docenas de viajes a la isla para asistir a reuniones improductivas y al final se fueron sin llegar a un acuerdo porque les exigían más del 50% de las ganancias y acciones cuando Cuba solo aportaba a la empresa ‘mixta’ los terrenos para las instalaciones. Comprar pollo congelado al país que los ‘bloquea’ y venderlos en las tiendas de GAESA a la población muy por encima del costo de adquisición y transporte era más simple y lucrativo que producirlo. Además, la importación evitaba tener que compartir ganancias con el inversor y perder el control monopólico de los canales de comercialización mayorista y minorista de carne de pollo en el país».

        Podemos hablar de los agricultores de arroz que fueron enviados por el gobierno vietnamita para facilitar la producción de arroz en Cuba, pero terminaron marchándose debido a la incapacidad de sortear las restricciones y obstáculos impuestos por el gobierno cubano. ¿Quieres que sea más específico? Puedo hablar sobre el Decreto-ley 76, la Resolución 138 de 2019 del Ministerio del Comercio, la Resolución 60 de 2020 del Ministerio de Agricultura, el Decreto Ley 2 de 2019 del Consejo de Estado,… podría seguir durante bastante tiempo y desglosar aún más la multitud de políticas que el gobierno cubano implementa sin ningún aporte del público que destruyen la producción nacional de alimentos. Manufactura, lo mismo. ¿Crees que hablo de estas cosas y me educo sobre estas políticas porque quiero que el pueblo cubano sufra? Todo lo contrario. Me encantaría ver que el gobierno cubano haga las reformas correctas, pero no solo no están haciendo eso, están promulgando legislación que restringe aún más la libertad económica.

        Si quieres hablar sobre una guerra económica contra el pueblo cubano, es una cosa si lo hace otro gobierno. Es otra cosa que el propio gobierno de Cuba lo haga contra su propio pueblo. Así que no solo los cubanos están perjudicados por las sanciones externas, también lo están por su propio gobierno. No estaría diciendo nada si el pueblo cubano eligiera eso, pero no pueden elegir a su gobierno, ni el gobierno cubano brinda espacio alguno para tener una discusión real sobre asuntos políticos que no solo podrían mejorar la economía, sino que también podrían ayudar a lograr los mismos objetivos de atención médica, educación y otros servicios públicos que ostensiblemente defienden. Cómo puedes justificar eso está completamente más allá de mi comprensión.

        Pero supongo que estos comentarios que estoy haciendo, basados en información real, te incomodan porque los defensores del régimen rara vez se someten a un verdadero debate sobre ideas y cuestiones, y por eso, si hiciera estas afirmaciones en un foro público en Cuba, estaría poniendo en peligro mi trabajo, mi carrera o incluso algo peor. Es realmente bastante deprimente que esto sea así, porque realmente está arruinando la sociedad cubana hoy en día.

  2. Siempre me ha intrigado q fue primero, si el huevo o la gallina. Eso me ha llevado a leer todo lo q he podido sobre esos primeros años de rupturas y promesas y en algun lugar lei q el gobierno comenzo a regular la salida de divisa y por eso no se pudo pagar e importar el petroleo q ya estaba contratado en Texas, causando q las refinerias se negaran a refinar el petroleo q venia de la URSS como respuesta a Cuba haciendoles imposible importar el de EEUU. Tambien era mi entender q la cuota azucarera fue reducida en respuesta a Cuba contratando ventas de azucar a USSR a precios mas bajos q los q ofrecia EEUU bajo la quota azucarera. Si estoy mal informado y el orden de hechos esta mal agradeceria la correcion con fechas de cuando paso cada cosa

    • Revise lo que explico en mi libro citado en este artículo. https://ruthtienda.com/alzugaray_treto_carlos/922-diplomacia_imperial_y_revolucion_estados_unidos_ante_la_revolucion_cubana_1959_1960.html. Antes de la Revolución, Cuba importaba su petróleo de Venezuela. Lo compraban o directamente el gobierno cubano o las tres compañías con refinerías en Cuba: Esso, Texaco y Shell. Por la Ley de Minas de 1938, esas empresas estaban obligadas a refinar todo el petróleo que comprara el gobierno cubano. El gobierno cubano compró petróleo soviético a principios de 1960 se lo ofreció a las tres compañías para que lo refinaran y de ahí se cobraran una deuda de 90 millones que había dejado el gobierno de Batista. La administración Eisenhower le dijo a las compañías que se negaran a refinarla y así fueron intervenidas. La cuota azucarera se canceló como medida de presión para que el gobierno cubano cediera en sus demandas respecto al pago de compensación por la nacionalización de tierras de compañías norteamericanas de acuerdo a lo establecido por la Reforma Agraria de 1959.

  3. Considero el artículo es válido, preciso y correcto en cuanto su motivación: desenmascarar ambos poderes que en su pulso de 63 años se ha beneficiado de politiquería, recursos e influencias, ahogando a ambos pueblos con énfasis en el de cuba, por su más bajo poder en todos los sentidos.
    Pretender que el autor sea más enfático, crítico y agresivo; contra un gobierno absoluto, impuesto por sus veteranos y que de lo único que puede vanagloriarse es de haber sabido reprimir a su propio pueblo, no es sensato, justo, prudente o conveniente.
    Los eufemismos son de la revolución que no revoluciona, son del partido comunista que no actúa como comunistas y de parásitos ideológicos que se creen con derecho y autoridad de adjudicarse el país o la patria.
    No la tome contra el mensajero, sino, contra el poder per set.
    Apoye el periodismo crítico que no por atacarlo será usted: Gustavo, más guapo que quien desde dentro de nuestro país se erige contra ese monstruo que constituye el opresor de todo nuestro pueblo.

  4. El artículo parece sugerir, siendo optimista, que la culpa de la Miseria actual está repartida a partes iguales entre el gobierno de EEUU y el de Cuba. Eso puedo ser verdad en los 3-4 primeros años. Pero luego no ha sido así. Incluso en aquella entrevista que fue publicada como libro «Nada podrá detener la marcha de la historia», Fidel dice que eliminar el Embargo en ese momento (primera mitad de los 80s) sería un problema para Cuba por tener su economía ligada al CAME.

  5. Mi recomendación al Congreso de EE>UU, que es quien puede levantar el embargo, a pesar que el Profesor Alzugaray insista que se le llame bloqueo, es que NO LEVANTEN EL EMBARGO HASTA QUE CUBA HAGA UN ARREGLO DE PAGO POR LAS EMPRESAS NORTEAMERICANAS CONFISCADAS ( mientras no se pague, no es expropiación ) . Ahí esta el Club de Paris, que su deuda de los años 80, después de una quitar del 75% durante el gobierno de Raul Castro, el nuevo mandatario cubano se olvido del asunto, mientras ha gastado a manos llenas construyendo 59 hoteles del 2017 al 2022 por un monto de 1,500. Millones de dólares. No hay dólares para pagarle a los argentinos aquella compra de 1974 ( Hector Campora de presidente ), de camiones Ford, Chevrolet y Mercedes Benz; las Pescaderías, los coches ferroviarios climatizados; los miles de Peugeot, Chevy, Ford Falcon y Fiat que 50 anos después, Cuba no ha pagado ni una peseta. NO es cierta mi afirmación, profesor Alzugaray ? Pero que ademas, el Profesor era diplomático en Buenos Aires cuando esta millonaria compra de vehículos fue hecha por Cuba. Voy bien, Profesor ? Cada vez que asume un nuevo presidente en Argentina, envían a La Habana cobradores que salen días después con las manos vacías de regreso a Buenos Aires. Si Cuba no paga cómo se le va a fiar? La salud crediticia de Cuba es negra, cómo el chapapote. Ya me gustaría que Cuba pagara y que los bancos internacionales le dieran nuevos créditos para hacer proyectos que mejoren la vida de los cubanos.
    A lo peor al Profesor Alzugaray se le ocurre la idea descabellada de meterme en el saco de que soy de la derecha troglodita y retrograda de Miami.

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