Protocolos para prevención de acoso sexual en centros educativos

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Los centros educativos deberían ser espacios que promuevan la seguridad y el bienestar físico y emocional de niños, niñas, adolescentes, jóvenes y todos los estudiantes en general. Sin embargo, la inobservancia de algunas conductas que constituyen violencias de género, específicamente, el acoso sexual, pueden opacar esa mirada feliz de las instituciones escolares y provocar daños profundos a las víctimas.

El Observatorio de Igualdad de Género de América Latina y el Caribe define el acoso sexual como «cualquier avance sexual no deseado, peticiones de favores sexuales, conductas físicas o verbales o gestos de carácter sexual o cualquier otro comportamiento de naturaleza sexual que pueda ser razonablemente percibido como ofensivo o humillante por quien se ve afectado». En muchos de los casos, ni la víctima ni quienes la rodean reconocen el acoso sexual, debido a que estas conductas llevan mucho tiempo naturalizadas en nuestra cultura.

La escuela cubana es reflejo del modelo hegemónico patriarcal que predomina en la sociedad. Reproducir estereotipos, patrones sexistas o conductas que pueden ser tildadas por los profesores o la propia familia, como inocentes o poco preocupantes, pueden desencadenar en hechos y comportamientos más graves en el futuro.

Una investigación reciente sobre casos de abusos sexuales ocurridos en la Escuela Internacional de Cine y Televisión emplaza a dicha institución y sus directivos. Mientras, la respuesta de la EICTV señaló: «Estamos aprendiendo a enfrentar estas situaciones. Es sanador abordarlas de manera honesta. Aún de buena fe, nos equivocamos».

La disculpa nunca será suficiente, sobre todo cuando el daño está hecho.

Fenómenos como este demuestran la necesidad de políticas públicas de prevención del acoso sexual en los centros educativos cubanos y de una Ley Integral contra la Violencia de Género en Cuba.

Las consecuencias del acoso sexual en las instituciones educativas son disímiles y provocan efectos físicos y psicológicos que comprometen el desempeño de los estudiantes, dentro y fuera de la escuela. Puede incluir abandono escolar, depresión, insomnio, falta de concentración, baja autoestima, aislamiento social, alcoholismo, drogadicción, entre otros efectos.

¿Cuándo se está en presencia de acoso sexual? Algunos ejemplos:

  • Al pedir sexo a cambio de un beneficio o favor.
  • Cuando no se acepta un «no» como respuesta.
  • Al hacer contacto físico no deseado.
  • Al usar lenguaje insultante.
  • Al llamar a las personas con nombres despectivos específicos de su sexo.
  • Al hacer comentarios relacionados con el sexo, sobre las características físicas o acciones de una persona.
  • Al decir o hacer algo porque se cree que una persona no se ajusta a los estereotipos de roles sexuales.
  • Al publicar o compartir pornografía, fotografías u otras imágenes sexuales (incluso en línea).

¿Qué puede hacerse en materia de prevención?

  • Garantizar la capacitación de profesores, personal escolar, estudiantes, etc. para que adquieran habilidades efectivas de prevención, identificación y protección ante intentos de acoso sexual.
  • Tener una política efectiva contra el acoso sexual y asegurarse de que todos los estudiantes la conozcan.
  • Incluir en las políticas medidas específicas de prevención contra acoso sexual digital.
  • Comunicar claramente al estudiantado las consecuencias de todas las formas de violencia sexual.
  • Divulgar situaciones que constituyen acoso sexual, desde las más leves hasta las más graves.
  • Comprometerse con la denuncia tanto dentro como fuera de la institución escolar.
  • Desarrollar talleres que sensibilicen, así como juegos de roles u otros ejercicios educativos para ayudar a los estudiantes a ser conscientes del impacto del acoso sexual.
  • Alfabetizar mediáticamente para fomentar su pensamiento crítico, emplear recursos audiovisuales atractivos para generar debate.
  • Enseñar al estudiantado cómo protegerse del acoso sexual en espacios digitales.
  • Capacitar al estudiantado en cuanto a pasos a seguir si alguien es víctima de acoso sexual
  • Asegurarse de que el personal tenga suficientes recursos, capacitación y herramientas para detectar comportamientos de acoso, e identificar y denunciar incidentes cuando se produzcan.
  • Respetar la confidencialidad de los estudiantes que denuncian acoso sexual. Esto puede alentar a otros estudiantes a denunciar en caso de encontrarse en una situación similar.

Para decidir si una institución ha cumplido o no con su deber de responder a un reclamo de esta índole, hay que considerar:

  • Los procedimientos vigentes para hacer frente al acoso sexual.
  • La rapidez y la seriedad con las que la institución respondió a la denuncia.
  • Los recursos puestos a disposición para atender la denuncia.
  • Si la institución proporcionó un ambiente saludable para la persona que efectuó la denuncia.
  • Qué tan bien se informó sobre las medidas adoptadas a la persona que hizo la denuncia.

En Cuba urge la creación de protocolos de tolerancia cero, que pongan en práctica acciones concretas para la prevención del acoso sexual en los centros educativos. Estos procedimientos deben ser accesibles, claros y precisos; que promuevan relaciones respetuosas y fomenten la transparencia. Además, deben ser aplicados en los centros educativos y capacitarse a estudiantes, profesores y familias sobre dichos protocolos y su ejecución. Comunicar la gravedad del acoso sexual, sin eufemismos que intenten proteger la reputación institucional, sería un gran paso de avance para desnaturalizar un fenómeno que no por invisibilizado dejar de ser profundamente lesivo. 

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Redacción
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