Cameos

El arte, insisto, tiene mucho de juego, estaría incompleto sin su vertiente lúdica

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Es muy probable que incluso quienes no recuerden de Hitchcock más allá de un par de títulos sepan que el Mago del Suspense acostumbraba aparecer en sus películas. De hecho, detectar su fugaz comparecencia era un atractivo adicional, un juego que sumar al disfrute del exquisito sufrimiento que por lo regular emanaba de la trama, una firma mucho más personal que su nombre en los créditos.

Que actores y directores famosos, e incluso celebridades provenientes de otras áreas asomen la nariz, o lo que sea, en películas ajenas es algo que sucede con frecuencia, a veces a modo de broma, de guiño cómplice, casi siempre implicando la admiración que el invitado siente por el realizador y su obra, o este por aquel, o uno por el otro. La filosofía subyacente es «yo quiero trabajar con esta persona, que me relacionen de alguna manera con su mundo, aunque sea sin decir una palabra o peor, haciéndolo sin cobrar, porque es una película que quisiera ver, y en la que quisiera verme». Así, no es raro que esos magros segundos estén tan soterrados que el espectador no se percate de la identidad del opaco figurante que acaba de cruzar la pantalla.

Es imposible hacer una lista completa, así que mencionaré los que me dé la gana.

1- George Harrison, gracias a quien Monty Python pudo filmar Life of Brian (1979) tiene una breve aparición de 1:08:17 a 1.08:58. No está acreditado, pero es él. La historia es que tras comprar el proyecto, la EMI cambió la bola y, un par de días antes de comenzar el rodaje, se negó a poner un centavo. Eric Idle, desesperado, acudió al millonario más cercano: el ex-Beatle, quien rehipotecó su casa para conseguir de la noche a la mañana los tres millones de libras que se necesitaban; agradecido, el propio Idle le solicitó luego que, barbudo y cubierto con un paño escarlata, se mostrase durante unos segundos en una multitud, al lado de John Cleese, como un ricachón que les presta un monte para sus sermones. Su único texto es un sobrio «Hello!» en off.  

2- Para no alejarnos mucho, Tom Hanks participó junto a Monty Python en el Concert for George celebrado en el Royal Albert Hall londinense en noviembre de 2002, un año después de la muerte de Harrison. Hanks, gran admirador de Python y amigo del ex-Beatle, insistió en ser uno de los guardias uniformados del coro que responde a Michael Palin durante The Lumberjack song, clásico entre los clásicos de la troupe de comediantes. El concierto fue publicado luego en DVD y Blu-ray, así que técnicamente es una película.

3-Todavía a poca distancia del grupo humorístico de marras, Robert de Niro interpreta al fontanero Tuttle en Brazil(1985), de Terry Gilliam. Amigo del director y fan de Python, De Niro quería estar en la película a como diera lugar: no pudo hacerse con el papel del torturador Jack Lint, ya cedido a Michael Palin, así que aceptó el de un plomero terrorista imbuido de cierto espíritu robinhoodesco. Luego, por cierto, el leal De Niro respaldó a Gilliam en su batalla contra Universal Studios porque la película fuese estrenada según la visión y el corte del director.

4- En Hook (1991), de Steven Spielberg, protagonizada por Robin Williams y Dustin Hoffman, Glenn Close tiene un pequeño papel (de 41:48 a 42:36). Nada raro hasta ahí, pero resulta que la actriz interpreta… a un hombre, un pirata barbudo. Absolutamente irreconocible, es difícil identificarla incluso al saberlo, pues tanto su porte como su voz encajan en el contexto de la tripulación filibustera. Es sabido que además del placer de trabajar en una historia y con un director brillante, a los actores los seduce encarnar personajes que los saquen de su zona de confort, del encasillamiento, y la Close lo demuestra en esta breve pero contundente clase magistral.

5- Vamos a Cuba: en el primer largometraje de ficción de Gerardo Chijona, Adorables mentiras (1992), el legendario documentalista Santiago Álvarez aparece brevemente como el cura con quien se confiesa Nancy (Mirta Ibarra). «Padre, mi problema es que yo soy muy buena, pero muy puta”, admite ella ante el estoico sacerdote. Santiago no es un actor, y se nota, pero su presencia en la película es un detalle hermoso que evidencia la admiración de Chijona por uno de los más grandes cineastas cubanos, universalmente respetado y estudiado, a quien Godard no solo dedicó la segunda entrega de sus Histoires du cinema (1997) sino que también analizó ahí su obra, al comparar el tratamiento de la guerra por Kubrick y el cubano.

6- Aunque no se trata de su única aparición en el cine (sin ir más lejos, estuvo en Home alone II [1992] de Chris Columbus, me llama mucho la atención que en Celebrity (1998) de Woody Allen tiene un cameo nada menos que… Donald Trump. Haciendo de Donald Trump, naturalmente, de 1:30:50 a 1:31:00, en una escena en que la actriz Judy Davis entrevista a varios ricos y famosos. Con su, eh, simpatía y jovialidad habituales y esa sonrisa franca que lo caracteriza, a la pregunta de «¿En qué trabajas ahora?», contesta «Trabajo en comprar la Catedral de San Patricio, para hacerle algunas reformas y levantar un alto y bello edificio». En dos palabras, lo que viene a ser su labor creativa de toda la vida. Imagino que Allen ni siquiera tuvo que escribirle el texto.

7- Lo mejor para el final: todo parece indicar que, entre sus dieciocho y veinte años, fue extra en dos o tres películas de Hollywood nada menos que… Fidel Castro. He encontrado referencias razonablemente serias: según la investigación de un crítico uruguayo, entre 1944 y 1946, recién llegado a México, Fidel habría trabajado en Bathing beauty (1944) protagonizada nada menos que por Esther Williams, en Holiday in Mexico (1946) como bailarín en la orquesta del catalán Xavier Cugat, y tal vez en alguna más. Con toda sinceridad, a mí no se me parece al tipo que muestran los breves fragmentos y fotos esgrimidos como prueba, pero según el crítico de marras, Álvaro Sanjurjo, fue algo que le confirmó de mala gana Alfredo Guevara. En fin, tampoco sería extraño, los emigrados empiezan haciendo cualquier cosa para sobrevivir.

El arte, insisto, tiene mucho de juego, estaría incompleto sin su vertiente lúdica. Es un rompecabezas y un acertijo. Ya estamos advertidos, así que mejor nos fijamos más para la próxima: Hitchcock puede estar dondequiera…

8 COMENTARIOS

  1. Eduardo, esa historia de Fidel nada más se lleva toda la virtud del artículo. La creo porque era muy joven pero Fidel siempre cuidó mucho su imagen.

  2. Juana Castro Ruz, hermana carnal de Fidel, afirmó en su libro autobiográfico que Fidel estuvo en la película Holliday in México e inserta una anécdota: a su hijo Fidelito (seis años) le dijeron que no diera su nombre verdadero a ningún extraño, sino otro pues a su papá lo estaban buscando unos hombres malos para hacerle daño. Al preguntarle, delante de sus tías dijo el nombre postizo y a continuación «pero cuando se acabe la película me llamo Fidel Castro como mi papá «. El libro se llama»Mis Hermanos», es del 2019 y fue editado por Carlos Alberto Montaner.

  3. Dudo la anecdota de Fidel como bailarín con Xavier Cugat, dado que he leído en testimonios de compañeros de aula en la Universidad, que se amoscaban con Fidel, cuando iban con chicas a un night club , porque él embelesada a las chicas hablando de poltica y les pasmaba el baile a sus amigos, con ellas. Aparte que nunca tenía plata para pagar el consumo . Ver el libro de Tad Shul (perdón si cito mal el wpwllido del periodista), titulado Retrato Crítico de Fidel Castro, o algo asi.

  4. Yo tampoco estoy seguro. Lo menciono porque lo he encontrado en varias fuentes. Por otra parte, si miras el vídeo en que se supone aparece, no creo que sea él. Ahora bien, el individuo es uno más en las últimas filas de un gran grupo, y apenas si se mueve. Vaya, que tampoco es que haya que saber bailar mucho para eso.

  5. Descubrir o encontrar los cameos le agrega un extra al disfrute, en la última película cubana que vi, Una noche con los Rolling Stone, hay al menos tres cameos interesantes y divertidos a cargo de Fernando Pérez en un improbable gerente de una especie de club nocturno (creo, pero era algo de eso), Luis Alberto García en el mismo centro nocturno en otra tarea y Molina…bueno, haciendo de Molina. Los de Alfred Hitchcock son legendarios, a veces sólo aparecía leyendo un periódico, pero ahí estaba acuñando la obra y coincido con usted, he visto las supuestas fotos de Fidel haciendo de extra y ni primo parece.

  6. Oiga y también son muy interesantes sus cameos en Alicia en el pueblo de Maravillas, al menos pude identificarlo en dos ocasiones.

  7. Los cameos le agregan un extra de interesante o divertido a las películas. En la última película cubana que vi Una noche con los Rolling Stone hay tres que disfruté mucho, el director Fernando Pérez en un improbable gerente de una especie de club nocturno (escribo improbable porque no me lo imagino en ese roll), el actor Luis Alberto García también en otra tarea en el mismo centro nocturno y Molina, otro de nuestros realizadores cinematográficos…haciendo de Molina.

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Eduardo Del LLano
Eduardo Del LLano
Escritor, guionista y director de cine cubano

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