Jorge Bacallao Guerra

Comediante, escritor y guionista

El arte de los nombres ridículos

A la cabeza de los nombres ridículos tenemos a la empresa estatal socialista.

El diferendo

El presidente Barack Obama entreabrió la puerta del Despacho Oval y deslizó una mirada furtiva a través del espacio que quedaba entre la hoja y el marco. La persona que solicitaba verlo era su secretario personal.

Clasificados

Clasificados en Cuba: tarde nos llegó el internet y aquí estamos, tratando de vender y comprar a la bartola y loma abajo por Facebook, WhatsApp y Telegram.

¡Qué difícil ser comediante!

Ojalá esto sirva para que acunemos más al comediante

Alumnos

Creo que mi sentido del humor y mi experiencia como comediante han mejorado la calidad de mis clases a lo largo de los años. Frente a los alumnos, he ido puliendo mis recursos a base de usarlos y usarlos.

Las dudas de los niños

La educación en el hogar también fue de primera, algo que agradezco especialmente a mis padres, y que intentaré legarle a mi hijo. Agrego además que fui un niño que preguntaba sin miedo, incluso sin medida, podría decir.

Esperando en el portal del paquetero

Llegué al portal del copiador del paquete, pedí el último y me senté. El local estaba desbordado de personajes pintorescos: un papá con su niña de 8 años, un anciano excombatiente, un señor de camisa de hilo y una señora en bata de casa y chancletas, además del copiador del paquete, a quien me voy a referir como el paquetero, pasado de peso y exhibiendo una peluda pulgada de división de las nalgas, como si fuese mecánico o plomero.

Comer en la calle

Yo no soy el tipo de persona a quien le encante comer en la calle, sobre todo en este tipo de establecimientos, pero soy incapaz de no percibir la naturaleza de las aguas donde nadamos. Tenemos un desfase temporal de varias décadas en muchísimas cosas, pero el caso de esa gastronomía chiquitica es bien notable.

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